martes, 25 de agosto de 2009

hacerte de luz

Así cualquiera hace de luz una mañana, así cualquiera amanece con la boca llena de sal y la espalda echa de arena… así cualquiera le tiene envidia a las luces… así cualquiera abre los ojos y ve en los tuyos todo el mar mirando al cielo a la cara, así cualquiera cierra la boca y deja hablar a tu mirada, y en un suspiro del silencio dejar aprender a latir a un corazón de agua y asfalto… así cualquiera hace de luz una mañana y se cree infinito en tu mirada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero cuando toda esa luz de la que hablas es capaz de penetrar en la mirada de otra persona, te das cuenta de que puedes seguir soñando..

De que odias la intriga de despertarte otra mañana más pensando si estará ahí, frente al mar, esperando a que la mezcas en tus brazos y hagas cambiar el rumbo de su camino, volando a ras del océano al caer el sol y..
Y dejando su rostro lleno de sal cristalina, de esa que vuelve un dedo de terciopelo si intentas quitarla.. Y su melena al viento, rápido..
Su melena al viento. Porque sabes que el color de sus ojos también se clarea con el sol, como los tuyos.

Es entonces cuando vuelves a pensar en que el mirar de esa persona te ha devuelto las ganas de escribir estúpida poesía, porque cree en tí y en susurros que salen de su boca en forma de canción.


No es su último aliento, porque esta vez quiere cantarte a tí, aunque le cueste la misma vida.


Noa.