Déjalo quieto, no lo toques… eso fue lo que le dijo la razón a mis manos, pero pudo el corazón… corazón impaciente… no sabe de relojes ni de calendarios, no distingue de distancias no entiende de verbos… poder, tener, deber… corazón frágil que solo vive por querer, que solo muere por querer… déjalo quieto ahora que duerme… no pudo.
El corazón se ha caído al mar.
La razón mira y con voz estridente rompió el silencio “ya te lo dije”… que me dijiste… ¿el qué? ¿A caso no lo ves? Míralo está latiendo como no ha latido nunca ¡miralo! Mira como flota a la deriva en un punto cualquiera del océano azul de una mirada infinita… que me dijiste… ¿el qué? De tanto buscarle la lógica a la vida te has olvidado de vivirla…
jueves, 4 de junio de 2009
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3 comentarios:
Como siempre cargado de sensibilidad. Y sí, habrá que dejar de buscarle la lógica a la vida, la vida es antes y la lógica después.
Suele pasar. Pero es inevitable.
Lo peor es que a veces aparece un amigo y te dice "te lo dije". Le recomiendo que lo mande Usted al carajo.
Que hermosa entrada, Migue. Preciosa de verdad, llena de sensibilidad....y de razón, porque desde luego a veces, muchas veces, más de cuatro veces, de tanto buscar sentido a la vida, se nos olvida vivirla.
Un beso bien gordo
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