sábado, 16 de enero de 2010

Entre las cuerdas.

Siempre guardo por si te hace falta un cúmulo de casualidades y un lugar donde soñarnos, por si un día necesitas escuchar eso de “pasa sin llamar, estás en tu casa”



Vivo en un bosque de puntales sin techo,
tengo dos puertas por abrir, y una ventana en el pecho.

Tengo una palabra medio dicha que solo conocen tus ojos,
un billete de ida, un corazón sin cerrojo.

Tengo un reloj que sabe tomarse su tiempo,
que sabe tomarse su tiempo,
que sabe tomarse su tiempo…

Tengo un secreto a voces, la foto de una duda,
un sílaba tónica, una palabra aguda.

Tengo siempre a mano algún recuerdo inventado
de aquella vez que estuve en los sitios por los que aún no he pasado.

Tengo un laberinto de caminos que no llevan a ninguna parte,
tengo guardado un abrazo que nunca me enseñaron a darte.

Vuelvo a estar entre las cuerdas, no es algo que me asombre…
ya que he vuelto a encontrarme entre los dedos otra canción con tu nombre.